¿Alguna vez has sentido que percibes el mundo de una manera diferente a la mayoría? La neurodivergencia es un concepto que nos ayuda a entender que el cerebro humano no funciona de una única manera “correcta”, sino que existen diversas formas de pensar, aprender y experimentar la realidad. Este término ha ganado relevancia en los últimos años al alejarse de la idea de que ciertas condiciones son “trastornos” o “problemas”, y en su lugar reconocerlas como variaciones naturales del pensamiento humano.
El concepto de neurodivergencia fue introducido por la socióloga Judy Singer en la década de 1990, quien propuso que las diferencias neurológicas, como el autismo o la dislexia, no deben ser vistas como deficiencias, sino como expresiones de la diversidad humana.1 A partir de entonces, el término ha sido adoptado por la comunidad científica, movimientos sociales y defensores de los derechos de las personas neurodivergentes, promoviendo un enfoque más inclusivo en la educación, el trabajo y la vida cotidiana.
Ser “neurodivergente” significa que el cerebro opera de manera distinta a la mayoría de la población, conocida como “neurotípica”. Esto se traduce en diferencias en la forma de procesar la información, de comunicarse, de regular emociones y de adaptarse a ciertos entornos. La neurodivergencia no es una enfermedad ni una discapacidad en sí misma, sino una característica intrínseca de la identidad de muchas personas, con fortalezas y desafíos propios.
Las personas neurodivergentes poseen habilidades únicas que pueden ser una gran ventaja en distintos ámbitos. Algunas destacan por su pensamiento lógico-analítico, creatividad excepcional, gran memoria o una profunda capacidad de concentración.2 Sin embargo, pueden encontrar dificultades en entornos que no están diseñados para su manera de percibir el mundo. La falta de adaptaciones en la escuela o en el trabajo puede generar estrés, ansiedad y dificultades en la interacción social.3 Es importante que la sociedad comprenda que estos desafíos no son un problema de la persona neurodivergente, sino del entorno, que debe ser más inclusivo y flexible para permitir el desarrollo pleno de todos.
La neurodivergencia abarca una variedad de condiciones que afectan la forma en que una persona piensa, aprende y se relaciona con el mundo. Algunas de ellas son:
Si sientes que podrías ser neurodivergente y necesitas orientación, hay diversas maneras de encontrar apoyo:
La neurodivergencia es un concepto que amplía nuestra comprensión sobre la diversidad del pensamiento humano. A medida que la sociedad avanza, es fundamental promover espacios inclusivos donde cada persona pueda desarrollar su potencial sin ser limitada por estándares inflexibles.
Referencias
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una de las condiciones neuropsiquiátricas más comunes en la infancia y la adolescencia. Se estima que afecta entre un 5 y un 7% de la población infantil a nivel mundial.1 A pesar de su prevalencia, el TDAH sigue siendo un diagnóstico malinterpretado y rodeado de mitos. Más allá de los problemas de atención, impulsividad e hiperactividad, esta condición impacta sobre el desarrollo emocional, social y académico de quienes la padecen.
El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por dificultades en la regulación de la atención, el control de los impulsos y la autorregulación de la conducta.2 No todos los niños con TDAH presentan los mismos síntomas, y su presentación varía en función de la edad y el contexto en el que se desenvuelven.
El TDAH no solo afecta el rendimiento académico, también conlleva un impacto significativo en la vida social y emocional del niño o del adolescente. Las dificultades en la regulación emocional pueden generar frustración, problemas con la construcción del autoconcepto y dificultades en sus relaciones interpersonales.4 Además, muchos niños con TDAH enfrentan mayores tasas de ansiedad y depresión en comparación con sus pares neurotípicos.5
En la adolescencia, el TDAH puede influir en la toma de decisiones y aumentar el riesgo deserción escolar y de conductas impulsivas, como el consumo de sustancias o la conducción temeraria.6 Esto obliga a que el diagnóstico y el tratamiento temprano sean cruciales para mejorar la calidad de vida de estos jóvenes.
El TDAH comparte síntomas con otros trastornos del neurodesarrollo, como la dislexia y el Trastorno del Espectro Autista (TEA), lo que puede llevar a diagnósticos erróneos o tardíos.7 La evaluación por parte de un profesional de la salud mental es clave para diferenciar el TDAH de otros padecimientos y diseñar un plan de intervención adecuado.
El tratamiento del TDAH debe ser integral y adaptarse a las necesidades individuales del niño o del adolescente. Las opciones incluyen:
El TDAH es una condición compleja que va más allá de las dificultades atencionales y la hiperactividad. Su impacto en la vida emocional y social de los niños y adolescentes requiere un abordaje integral que combine estrategias educativas, terapéuticas y, en algunos casos, farmacológicas. La identificación temprana y la intervención adecuada pueden marcar una gran diferencia en el desarrollo y bienestar de quienes lo padecen.
El diagnóstico de cáncer en la infancia es un evento devastador que afecta no solo la salud física del menor, sino también su bienestar emocional y psicológico. La enfermedad, sus tratamientos y la hospitalización prolongada pueden generar altos niveles de ansiedad, miedo y tristeza en los pequeños. Por ello, el acompañamiento familiar, social y profesional juegan un papel crucial en el afrontamiento de la enfermedad y la mejora de la calidad de vida del menor.
Los niños con padecimientos oncológicos experimentan una amplia gama de emociones, desde miedo e incertidumbre hasta angustia y tristeza persistente.1 La interrupción de su vida cotidiana, la separación de sus amigos y la sensación de pérdida de control pueden contribuir al desarrollo de francos periodos desadaptativos, trastornos de ansiedad y trastornos depresivos.2 Además, los efectos secundarios de los tratamientos, como la fatiga, la pérdida de cabello y los cambios físicos, pueden afectar su autoestima y percepción de sí mismos.
El estrés no solo impacta a los niños, sino también a sus familias. Los padres de niños con cáncer suelen experimentar grandes niveles de ansiedad, lo que puede influir en la dinámica familiar y en la percepción del menor sobre su enfermedad.3 Por ello, un sistema de apoyo sólido resulta esencial para mitigar el impacto psicológico tanto en el niño como en su familia.
El apoyo de la familia es uno de los factores más influyentes en el afrontamiento del cáncer infantil. La presencia constante de los padres y seres queridos brinda seguridad y confort emocional al menor, reduciendo su ansiedad y promoviendo una actitud más resiliente frente a la enfermedad.4 Diversos estudios han demostrado que el apoyo emocional continuo mejora la adherencia al tratamiento y la calidad de vida de los pacientes pediátricos.5
Por otro lado, el acompañamiento por parte de sus amigos también resulta fundamental. La socialización contribuye a la preservación de la identidad del menor, evitando el aislamiento y fomentando una sensación de normalidad.6 La educación en hospitales o el mantenimiento de vínculos con la escuela pueden facilitar su reintegración a la vida cotidiana después del tratamiento.
El apoyo profesional en salud mental es clave en el proceso de tratamiento del cáncer infantil. Las intervenciones psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual, han demostrado ser eficaces para reducir la ansiedad y mejorar la regulación emocional en niños con enfermedades crónicas.7 Además, la musicoterapia, el arte terapia y otras estrategias terapéuticas han mostrado beneficios en la expresión emocional y el alivio del estrés en pacientes pediátricos con cáncer.8
En el marco del Día Mundial contra el Cáncer, es crucial reconocer que la lucha contra esta enfermedad no solo involucra el tratamiento médico, sino también el acompañamiento emocional y psicológico de los menores afectados. Apostar por un apoyo integral es un compromiso que la sociedad debe asumir para brindarles un mejor futuro.
La depresión resistente, una forma grave y persistente de depresión, afecta a muchas personas a pesar de recibir tratamiento farmacológico y terapia psicológica. La Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) es una innovadora opción terapéutica que ha demostrado ser efectiva para el tratamiento de la depresión resistente. Este artículo explora los beneficios de la EMT y su impacto positivo en pacientes con depresión resistente.
La depresión es una enfermedad del estado de ánimo que se caracteriza por tristeza persistente, falta de interés en actividades diarias, cambios en el apetito y el sueño, sentimientos de inutilidad, culpa, dificultad para concentrarse y, en algunos casos, pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. La intensidad de los síntomas de la depresión afecta la vida laboral, escolar y familiar del paciente, reduciendo su productividad y aumentando su irritabilidad.
El tratamiento de la depresión suele incluir fármacos y terapia psicológica, preferiblemente cognitivo-conductual, debido a su mayor evidencia de efectividad. Sin embargo, algunos pacientes no experimentan una mejora significativa de los síntomas, incluso con un tratamiento adecuado.
La depresión resistente se refiere a los síntomas depresivos que persisten a pesar de haber probado al menos dos antidepresivos diferentes. Este diagnóstico es un desafío para los médicos, ya que se requieren otros fármacos que pueden causar efectos secundarios importantes. Los pacientes con depresión resistente experimentan síntomas constantes y pensamientos de desesperanza, lo que agrava su condición.
La EMT es una opción terapéutica novedosa para la depresión resistente. Este tratamiento estimula la corteza cerebral externamente mediante energía electromagnética en zonas específicas para modular su funcionamiento y reducir los síntomas depresivos. La EMT es un tratamiento aprobado para diversos trastornos psiquiátricos y neurológicos, incluida la depresión.
Múltiples estudios han demostrado la eficacia de la EMT. Una de sus principales ventajas es la ausencia de efectos colaterales significativos, lo que la convierte en una opción atractiva frente a los tratamientos farmacológicos. En ROME Psiquiatría Integral, somos especialistas en tratamientos de neuromodulación como la EMT y hemos observado su efectividad en casos de depresión resistente. La EMT es segura y bien tolerada, con efectos adversos mínimos como un leve dolor de cabeza que desaparece al finalizar la sesión.
Invitamos a todos a ver la plática del Dr. Omar Medrano sobre la EMT y los resultados obtenidos en una investigación con pacientes mexicanos con depresión resistente.
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un padecimiento neurobiológico, caracterizado por afectar la capacidad de prestar atención a las cosas, controlar los impulsos y regular el nivel de actividad. Por lo regular, el diagnóstico se realiza durante la infancia, sin embargo, los síntomas pueden persistir hasta la edad adulta. Las características principales de este trastorno son:
Cuando el TDAH persiste en la adultez, se asocia con deterioro en múltiples ámbitos, incluidos el hogar, la sociedad, la escuela y el trabajo; dando por resultado un deterioro funcional a lo largo del día. Es importante destacar que la presentación de los síntomas cambia a lo largo de la vida en personas con TDAH. y puede asociarse con diferentes perfiles de deterioro funcional.
Los síntomas de hiperactividad, impulsividad y falta de atención durante la infancia a menudo resultan en un comportamiento disruptivo en el hogar y en un deterioro académico en la escuela. Además de las dificultades académicas y conductuales, los adolescentes con TDAH a menudo experimentan problemas de autoestima, malas relaciones con sus pares, conflictos con los padres, delincuencia y un mayor riesgo de fumar y abuso de sustancias.
En la edad adulta, los síntomas evolucionan aún más, de modo que la hiperactividad disminuye o se transforma en una actividad más decidida o inquietud interior, mientras que persisten la falta de atención, la desorganización y la impulsividad, lo que puede conducir a dificultades funcionales en el ámbito doméstico, social y laboral.
Los estudios han demostrado que el TDAH afecta las relaciones interpersonales que involucran a compañeros de trabajo, cónyuges, hijos u otros miembros de la familia. Se sabe que el TDAH predispone a un individuo a conductas de riesgo, como cometer delitos violentos que resultan en encarcelamiento y actividad sexual que conduce a la contracción de enfermedades de transmisión sexual.
Los adultos con TDAH no diagnosticado tienen significativamente menos probabilidades de tener un título universitario, más probabilidades de estar desempleados, más probabilidades de tener problemas de tráfico y más probabilidades de dar positivo en pruebas de alcoholemia que los adultos sin este padecimiento.
También se ha informado que aquellas personas que únicamente tienen diagnóstico de TDAH existen trastornos del sueño, los que incluyen disminuciones del tiempo de sueño, de la calidad, alteraciones en el sueño de movimientos oculares rápidos y aumento de los despertares nocturnos medidos objetivamente mediante polisomnografía.
Con todo lo explicado previamente es de suma importancia saber que los síntomas que se presentan en el TDAH, van a ir cambiando conforme las edades del paciente, pero siempre tendremos problemas en el desempeño global del mismo. También, es importante recalcar que en el tema desempeño siempre existirá conflicto, así como en la situación de relaciones interpersonales. Es por ello, la importancia de recibir un diagnóstico certero y, en caso de requerirlo, tratamiento adecuado.
En ROME Psiquiatría Integral, tenemos a personal altamente capacitado para llevar a cabo una evaluación minuciosa para detectar un TDAH, durante esta evaluación, no solo reconoceremos los síntomas hiperactivos, impulsivos y de falta de atención, sino también las conductas de sueño afectadas, el estrés percibido y los estilos de afrontamiento desadaptativos, dando de esta manera un diagnóstico integral y las opciones terapéuticas que te ayudarán a mejorar.
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El Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, celebrado el 28 de mayo, nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre un tema crucial pero que ha menudo es pasado por alto: la salud mental de las mujeres. En un mundo donde las mujeres desempeñan roles múltiples y enfrentan desafíos únicos, es fundamental abordar esta cuestión de manera integral.
La salud mental de las mujeres es un componente vital de su bienestar general y su capacidad para vivir vidas plenas y satisfactorias. Sin embargo, las mujeres enfrentan una serie de factores que pueden afectar negativamente su salud mental, como el estrés crónico, las expectativas sociales poco realistas, la discriminación de género, las disparidades en el acceso a la atención médica, entre muchos otros más.
Las mujeres enfrentan una variedad de desafíos únicos en relación con su salud mental. Por ejemplo, las tasas de depresión y ansiedad son más altas entre las mujeres que entre los hombres, y las mujeres son más propensas a experimentar trastornos alimentarios y autolesiones. Además, las mujeres pueden enfrentar estigmas y discriminación adicional relacionados con su salud mental, lo que puede dificultar aún más su búsqueda de ayuda y apoyo.
Es importante reconocer que muchos de los desafíos de salud mental que enfrentan las mujeres están arraigados en factores sociales y culturales más amplios. Por ejemplo, las expectativas poco realistas de belleza y comportamiento impuestas a las mujeres pueden contribuir a problemas de imagen corporal y trastornos alimentarios. Del mismo modo, la violencia de género y el acoso sexual pueden tener un impacto devastador en su salud mental.
Para abordar eficazmente la salud mental de las mujeres, es fundamental romper el estigma que rodea a los trastornos mentales y fomentar un diálogo abierto y compasivo sobre el tema. Las mujeres deben sentirse empoderadas para buscar ayuda cuando la necesiten y tener acceso a una variedad de opciones de tratamiento que se adapten a sus necesidades individuales.
Los profesionales de la salud, incluidos psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales, desempeñan un papel crucial en el apoyo a la salud mental de las mujeres. Es importante que estos profesionales estén capacitados para reconocer y abordar los desafíos específicos que enfrentan las mujeres en relación con su salud mental, y que proporcionen un ambiente seguro y de apoyo para la exploración y el tratamiento de estos problemas.
En el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, es vital recordar que la salud mental es un componente esencial del bienestar general de las mujeres. Al abordar de manera proactiva los desafíos únicos que enfrentan las mujeres en relación con su salud mental, podemos trabajar juntos para crear un mundo más saludable y equitativo para todas.
Si tú o alguien que conoces está luchando contra la depresión, la ansiedad, el TDAH, las adicciones u otros desafíos de salud mental, no estás sola. En ROME, Psiquiatría Integral estamos aquí para brindarte el apoyo y la atención compasiva que necesitas para comenzar tu camino hacia la recuperación. Nuestro equipo de profesionales especializados está listo para ayudarte a superar estos obstáculos y vivir una vida plena y satisfactoria. ¡Da el primer paso!
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