La depresión en adolescentes es un problema de salud mental que se encuentra en aumento, con una creciente necesidad de alternativas terapéuticas seguras y efectivas. Entre las opciones emergentes, la Estimulación Magnética Transcraneal (TMS, por sus siglas en inglés) ha ganado atención como un tratamiento prometedor. Esta técnica no invasiva ofrece una opción terapéutica sin los efectos secundarios asociados a los medicamentos antidepresivos, lo que la convierte en una alternativa atractiva para adolescentes con depresión resistente al tratamiento.
La TMS es un procedimiento neurofisiológico que utiliza pulsos magnéticos para estimular regiones específicas del cerebro asociadas con la regulación del estado de ánimo. En el caso de la depresión, la estimulación se dirige comúnmente a la corteza prefrontal dorsolateral izquierda (dlPFC-I), una región implicada en el procesamiento emocional y el control cognitivo. La TMS de alta frecuencia y baja intensidad busca optimizar la modulación neuronal sin provocar efectos secundarios significativos, reduciendo el riesgo de molestias o eventos adversos.
Diversos estudios han demostrado que la TMS de alta frecuencia y baja intensidad es eficaz para mejorar los síntomas depresivos en adolescentes con depresión moderada a grave. Se ha encontrado que esta técnica mejora la conectividad neuronal y favorece la plasticidad cerebral, promoviendo cambios duraderos en la actividad cortical.1 Además, los adolescentes tratados con TMS han reportado mejoras en el estado de ánimo, reducción de la ansiedad y mejor regulación emocional.2
Si bien la TMS es segura y bien tolerada en adolescentes, es fundamental realizar una evaluación psiquiátrica previa para determinar la idoneidad del tratamiento. En algunos casos, se pueden presentar leves molestias en el cuero cabelludo o cefaleas transitorias, pero estos efectos suelen ser autolimitados y no interfieren con la vida cotidiana del paciente.3
La TMS de alta frecuencia y baja intensidad representa una alternativa segura y efectiva para el tratamiento de la depresión en adolescentes, particularmente en aquellos que no han respondido adecuadamente a otros tratamientos. Su capacidad para modular la actividad neuronal y mejorar la plasticidad cerebral la posiciona como una herramienta clave en el abordaje integral de la salud mental juvenil.
La depresión resistente, una forma grave y persistente de depresión, afecta a muchas personas a pesar de recibir tratamiento farmacológico y terapia psicológica. La Estimulación Magnética Transcraneal (EMT) es una innovadora opción terapéutica que ha demostrado ser efectiva para el tratamiento de la depresión resistente. Este artículo explora los beneficios de la EMT y su impacto positivo en pacientes con depresión resistente.
La depresión es una enfermedad del estado de ánimo que se caracteriza por tristeza persistente, falta de interés en actividades diarias, cambios en el apetito y el sueño, sentimientos de inutilidad, culpa, dificultad para concentrarse y, en algunos casos, pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. La intensidad de los síntomas de la depresión afecta la vida laboral, escolar y familiar del paciente, reduciendo su productividad y aumentando su irritabilidad.
El tratamiento de la depresión suele incluir fármacos y terapia psicológica, preferiblemente cognitivo-conductual, debido a su mayor evidencia de efectividad. Sin embargo, algunos pacientes no experimentan una mejora significativa de los síntomas, incluso con un tratamiento adecuado.
La depresión resistente se refiere a los síntomas depresivos que persisten a pesar de haber probado al menos dos antidepresivos diferentes. Este diagnóstico es un desafío para los médicos, ya que se requieren otros fármacos que pueden causar efectos secundarios importantes. Los pacientes con depresión resistente experimentan síntomas constantes y pensamientos de desesperanza, lo que agrava su condición.
La EMT es una opción terapéutica novedosa para la depresión resistente. Este tratamiento estimula la corteza cerebral externamente mediante energía electromagnética en zonas específicas para modular su funcionamiento y reducir los síntomas depresivos. La EMT es un tratamiento aprobado para diversos trastornos psiquiátricos y neurológicos, incluida la depresión.
Múltiples estudios han demostrado la eficacia de la EMT. Una de sus principales ventajas es la ausencia de efectos colaterales significativos, lo que la convierte en una opción atractiva frente a los tratamientos farmacológicos. En ROME Psiquiatría Integral, somos especialistas en tratamientos de neuromodulación como la EMT y hemos observado su efectividad en casos de depresión resistente. La EMT es segura y bien tolerada, con efectos adversos mínimos como un leve dolor de cabeza que desaparece al finalizar la sesión.
Invitamos a todos a ver la plática del Dr. Omar Medrano sobre la EMT y los resultados obtenidos en una investigación con pacientes mexicanos con depresión resistente.