Son tratamientos completamente diferentes.
La EMT es realizar una neuromodulación a través de una bobina con energía electromagnética, que prácticamente es imperceptible y sin efectos colaterales, además de que puedes realizar el tratamiento desde la comodidad de tu casa.
La TEC es un tratamiento invasivo que requiere realizarse en un medio hospitalario para poder atender los posibles efectos colaterales del mismo. Consiste en pasar corriente eléctrica a través de la piel cabelluda, atravesando el cráneo y estimula de forma enérgica la corteza cerebral, ocasionando convulsiones en el paciente. Al poner a trabajar a todas las neuronas de la corteza, se espera un efecto de neuromodulación, al igual que con la EMT. En este tipo de tratamiento existen efectos colaterales importantes, entre los que destacan las alteraciones de la memoria.
El Neurofeedback es un tratamiento que se utiliza para saber el grado de respuesta física que estamos teniendo ante estímulos específicos. Se basa en estar monitoreando la actividad eléctrica cerebral a través de trazos electroencefalográficos y cuando haya un cambio que puede estar dado, por ansiedad o por distraibilidad, se realizan cambios comportamentales para que el paciente reaccione cuando está presentando estas sensaciones en la vida diaria. Es decir, nos ayuda a identificar conductas que no son funcionales y a identificar qué es lo que sucede en nuestro organismo para crear una estrategia y lidiar con la conducta disruptiva. Aquí no existe neuromodulación, es más bien, una estrategia para crear una respuesta conductual más funcional.